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¡La cuenta atrás ha caducado!

Un viaje por el mundo de los quesos cacereños

Queso cacereño

Una mesa de sabores combinados, explosivos, dulces, suaves, picantes o más inocentes… está servida.

Resaltan los quesos con membrillo o frutas variadas. También aparecen en ensaladas, pizzas, frutos secos, e infinidad de combinaciones sorprendentes.

El queso de La Vera no escapa a estas tentaciones gastronómicas, y aporta su toque a través de su historia y método de elaboración.

De sabor dulzón y textura suave, el queso de la Vera, fresco o curado, es elaborado con leche de cabra retinta y verata.

Como materia prima fundamental se utiliza el cuajo de origen animal, y tiene su paso inicial con el filtrado de la leche. Luego viene la coagulación de este componente que tarda entre una y dos horas dependiendo de la temperatura ambiente.

Una vez cuajada, se corta hasta el tamaño del arroz, para ser prensada y moldeada en los cinchos.

La región de Extremadura tiene una amplia tradición quesera, que por medio de las rutas ganaderas y comerciales, se ha ido perpetuando en el tiempo. Claro ejemplo representa el Queso de los Ibores, del que sabemos de su larga tradición gracias a textos históricos que dan constancia de su venta cada jueves en el mercado de Trujillo desde 1465.

Más allá de los quesos de esta región, ya sean de cabra o de oveja, que se destacan por obtener la denominación de origen, la lista de variedades es larga, deliciosa, y de gran atractivo:

  • La Vera
  • Acehúche
  • Carbajo
  • Vegas de Coria
  • Granadilla
  • Sierra de Gata
  • Las Hurdes
  • Trujillo
  • Zona de Granadilla
  • Sierras de San Pedro

Entre otros quesos que pueden ser perlas de la corona quesera extremeña, debemos destacar, los quesos de cabra de La Vera y La Siberia donde pasta nuestra raza autóctona, la verata.

La histórica elaboración artesana, con técnicas que permanecen tras generaciones dedicadas al mismo oficio, hacen del queso de La Vera un alimento de valor cultural y tradicional, en cada bocado late un poco de historia. Sumado a una materia prima excelente, alimentada por los paisajes de pasto y montaña extremeños donde se crían nuestras cabras y ovejas.

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